Esta pudo ser la primera oportunidad para que ambos se saludaran e intercambiaran algunas palabras, tras el virtual triunfo de Villarán en Lima, pero no fue así.
El jefe de Estado llegó minutos después que Villarán a la ceremonia y pasó junto a ella para subir al estrado, pero siempre resguardado por su seguridad.
También pasó muy cerca de ella cuando bajó del estrado para dirigirse a develar la maqueta del futuro museo, pero en ese momento tampoco dirigió la mirada hacia Villarán. Minutos después se retiró raudamente y sin declarar a la prensa.
Enseguida los periodistas se acercaron a Villarán para recoger alguna reacción sobre esta ausencia de saludo con el mandatario.
“No sé, no tengo idea, yo estuve viendo la maqueta (...) el doctor Alan García ya envió a su edecán a saludarme”, se limitó a comentar, visiblemente incómoda.
Antes se acercó a saludar al canciller de la República, José A. García Belaunde.
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